Este tipo de pavimento de hormigón se le conoce con varios nombres: árido visto, hormigón lavado, hormigon desactivado. Su composición es cemento (pudiendo elegir la calidad), agua y áridos de un grosor entre 1 y 2 cms.
El color elegido viene mezclado en la hormigonera. El acabado final muestra un suelo de cemento con los áridos que destacan ligeramente, después del lavado pero que forman una sola capa con el hormigón. Por eso unos le llaman árido visto.
El método de ejecucion de este suelo difiere de los pavimentos impresos, ya que no lleva moldes, y es un pavimento continuo.
1-Delimitamos el terreno con estacas y cuerdas.
2-Establecemos la profundidad para el vertido del hormigón. En grandes obras son las miniexcavadoras las que realizan esta labor. A continuación, compactamos bien el terreno con una apisonadora o una compactadora.
3-Realizar el encofrado. El encofrado sirve para contener y mantener el vertido del hormigón hasta que termine de fraguar. El encofrado tiene que ser muy sólido e indeformable porque de lo contrario la fuerza del hormigón podría romper la pared. Su altura tiene que ser igual a la altura deseada de la losa. Hay que comprobar bien los niveles antes del vertido del hormigón.
4-Vertido del hormigón. El hormigón viene en la hormigonera con el tipo de cemento y el tipo de árido elegido, así como el color (rosa, salmón, amarillo, arena, tabaco, rojo, etc.). De esta forma nos aseguramos de que el color va a ser el mismo al igual que los áridos (material rocoso).
Desaconsejamos a los particulares realizar esta operación por sí mismo ya que el acabado final será muy diferente del deseado y habremos malgastado nuestro dinero.
En la hormigonera ponemos las fibras de vidrio para como refuerzo estructural del cemento. Las fibras de vidrio son un sustituto al mallazo.
A medida que la hormigonera va vertiendo el hormigón se va extendido con unos rastrillos, dejándolo a nivel del encofrado. Otro trabajador con un rigone pone a nivel el cemento. Finalmente, con una talocha se alisa la superficie de un extremo a otro, y por medio de una llana repasamos los bordes para que no quede ningún defecto.
5-Aplicar el desactivante. Después de pasar la talocha y el hormigón todavía fresco, sobre la superficie procedemos a aplicar el desactivante. Se aplica con un pulverizador sobre toda la superficie de manera uniforme.
El desactivante es un producto químico específico para este tipo de hormigón desactivado. Su función es retrasar o retardar el fraguado del hormigón y permite que aparezcan los áridos. Pasadas 24 horas podemos lavar la superficie.
6-Lavado. Cuando la reacción química del desactivador ha completado su trabajo, mediante una hidrolimpiadora lavamos la superficie con agua a presión a 150bar para retirar el mortero no fraguado y mostrar el árido. Terminaremos la operación limpiando el pavimento con agua sin presión hasta que quede completamente limpio el pavimento.
¿Necesitas más información? Déjanos tu contacto y te llamaremos.